La huerta y el cultivo agrario han condicionado la forma de vida de una gran parte de los habitantes del Valle. Aunque entre todos los productos finales, la cereza es la que ha dado una gran fama a Valdivielso, la Merindad ofrece al paladar una gran variedad de productos de huerta y frutas de excepcional calidad, como ciruelas, manzanas, peras, higos, lechugas, tomates, cebollas, puerros, alubias, etc. Muchos de estos productos pueden ser adquiridos en los mercados semanales que se celebran en Villarcayo, Medina, Trespaderne, Oña o Soncillo. Una gran parte de esta producción se comercializa en el exterior por mayoristas de frutas y hortalizas.

Los derivados del cerdo son muy apreciados por sus habitantes. Tienen buena fama las carnes de vacuno y las morcillas. Las setas que aparecen en el medio natural son otro tesoro para los lugareños.