RUTAS
Localidad: Merindad de Valdivielso
Distancia aproximada:
57 km
Valdenoceda es la primera población de la Merindad de Valdivielso que nos encontramos tanto si venimos desde Burgos como desde Villarcayo. Cualquiera de las dos entradas es verdaderamente espectacular, desde el puerto de la Mazorra podremos ver el Valle de Valdivielso en su totalidad, enmarcado por la Sierra de la Tesla y el borde del páramo y regado por el río Ebro. El desfiladero de los Hocinos, entrada al Valle de Valdivielso desde el Norte es un profundo y largo tajo lleno de vegetación que ha excavado el río Ebro dejando sitio apenas para la carretera, desde el denominado “Puente del aire” ,justo antes de llegar a Valdenoceda, se contempla una espectacular vista.
Todos los pueblos de la Merindad de Valdivielso poseen importantes atractivos, encontraremos iglesias románicas, interesante arquitectura religiosa de otros estilos, casonas blasonadas, torres, una rica arquitectura popular y hermosos rincones de vega y montaña.
En Valdenoceda encontraremos la torre gótica de los Velasco y la iglesia románica de San Miguel, que forman un bello conjunto. Esta última, construida en el tercer cuarto del siglo XII a semejanza de la vecina de San Pedro de Tejada, conserva una cúpula sobre trompas y una torre cuadrda que se alza sobre la misma. Los motivos escultóricos de las ménsulas y de los canecillos del tejaroz responden a los mismos motivos de Tejada.
Tomamos la carretera en dirección Logroño y apenas a un kilómetro se encuentra el desvío a Quintana de Valdivielso. A lo largo de su calle principal van apareciendo los distintos elementos de su rico patrimonio: el decimonónico Colegio de Huérfanos; la Casa de los Huidobro o Casa Grande, en la actualidad establecimiento de turismo rural; el renacentista palacio fortificado que perteneció a la noble familia San Martín y, ya fuera del pueblo, la torre de Loja, almenado castillo levantado con buenos sillares entre finales del siglo XV y comienzos del siglo XVI.
De vuelta a la carretera nacional tomaremos el desvío que, cruzando el río Ebro, nos lleva a Puente-Arenas que conserva notables casonas hidalgas. Por una pequeña pista señalizada llegaremos a la joya del valle, la Iglesia románica de San Pedro de Tejada.
San Pedro de Tejada es una de las iglesias románicas más
bellas y mejor conservadas de la provincia de Burgos. Presente en el
hastial bajo ventana lobulada, una excelente portada con relieves y
meritorios canecillos en el tejaroz. La torre de dos cuerpos sobre el
crucero imprime gran elegancia al conjunto, El interior, de una sola
nave, presenta cúpula semiesférica y bello ábside.
Retornamos al
encuentro del Ebro para seguir su ribera sin cruzar el puente,
disfrutando de la tranquila carretera que se dirige sin prisas y con
una invitación continua a disfrutar del cambio de paisajes, al
encuentro de Quecedo, la capital de la Merindad de Valdivielso. Aquí,
los regidores del valle, siguiendo un ancestral rito, celebraban todos
sus concejos debajo de una centenaria encina sagrada. Preside el
caserío la casa fuerte almenada de los Huidobro-Incinillas. La iglesia
de Santa Eulalia y varias casonas y palacios completan la visita de
este pueblo. En sus inmediaciones se localizan el enclave de los
Cárcabos y las Cuevas de los Moros, importante conjunto eremítico.
Proseguimos el itinerario visitando varios pueblos que tienen el denominador común de estar emplazados a los pies de la majestuosa Sierra de la Tesla y a la orilla de alguno de los arroyos que,descienden de la misma. Arroyo presenta una estructura alargada y posee notables ejemplos de casonas hidalgas y una iglesia parroquial gótica. Al final del pueblo, es un agradable paseo seguir el curso del arroyo que da nombre el pueblo hasta los pies de la Sierra de la Tesla.
Vallehermosa conserva
la torre de los Saravia y notables ejemplos de arquitectura
tradicional. Hoz tiene a su caserío dividido en las dos riberas del
arroyo que le cruza y posee un espectacular palacio de estilo
herreriano. Aquí comienza una espectacular garganta por la que,
subiendo por una carretera por la que, ascendiendo vertiginosamente,
llegaremos a Tartalés de los Montes, bello conjunto de arquitectura
tradicional. Antes de atravesar el pequeño túnel que da acceso al
pueblo veremos la bella cascada de Tartalés.
Retornamos a Hoz y
de nuevo en la carretera comienza una pequeña ascensión que nos llevará
a Panizares, al pie de los denominados “cuchillos”, espectacular
formación geológica. Seguiremos hasta Cereceda, bordeando el pantano de
su mismo nombre y disfrutando del ello paisaje. Cereceda es una pedanía
de Oña y presenta edificaciones tradicionales de interés además de su
famosa fuente del Ave María. En Cereceda tomaremos la carretera
nacional 232 en dirección a Valdenoceda y Santander para entrar de
nuevo en el Valle de Valdivielso.
Por este lado de la ribera del
Ebro, pasaremos por los pueblos de Condado, con las iglesias de Santa
María y San Pedro de orígenes románicos y varias casonas hidalgas;
Población de Valdivielso que guarda la Torre de los Alonso de Huidobro
y la iglesia plateresca de San Pedro; Toba de Valdivielso sobre la que
se encuentran las ruinas del castillo de Malvecino, y Santa Olalla con
bellos ejemplares de casas hidalgas.
Tras un pequeño desvío
llegamos a El Almiñé, que recibe al viajero con la elegante torre
cuadrada de su iglesia parroquial de estilo románico. En el interior
del templo se puede observar una curiosa cúpula sobre crucero y una no
menos interesante pila bautismal. Dentro de este pequeño pueblo,
situado al pie de la calzada de origen medieval –que se conserva en
buenas condiciones- que desciende desde el puerto de La Mazorra, se
conservan varias casonas señoriales que responden al tipo común de la
casona norteña de Las Merindades: edificio aislado, de planta
rectangular con cubierta a cuatro aguas y levantado con buenos sillares
de piedra, La mayor parte están adornadas con escudos nobiliarios y
recercas y molduras en puertas y ventanas. En algunas de estas casas
todavía viven los descendientes de los hidalgos que las construyeron en
los siglos XVI, XVII y XVIII.
Nos dirigiremos a Valdenoceda para
tomar la carretera que sube el puerto de la Mazorra, situado a una
altura de 1.000 metros. La subida es espectacular y podremos disfrutar
de impresionantes vistas del Valle de Valdivielso. Al alcanzar la cima
del puerto, al lado de una antena de televisión, se encuentra un
mirador desde el que obtendremos vistas no solo del valle, si no de las
cumbres de la Cordillera Cantábrica y los Montes de la Peña.
El
contraste del paisaje al llegar al páramo es impresionante por la
desnudez del páramo. Sin embargo, en esta zona de Los Altos nos
aguardan algunos de los paisajes y recursos patrimoniales más
interesantes y desconocidos de la provincia.
Tras ascender el
puerto de la Mazorra queda a nuestra izquierda la ermita de Santa
Isabel, lugar de una importante romería y donde llega la calzada que
hemos visto en El Almiñé. Tomaremos el desvío a Dobro, capital del
municipio de Los Altos y, posteriormente el desvío a Ahedo del Butrón,
ya en la carretera de acceso a este pequeño pueblo vemos un radical
cambio en el paisaje con presencia de hayas que han dado nombre a la
localidad. Ahedo es un buen conjunto de arquitectura popular y conserva
un curioso tímpano románico.
De vuelta a la carretera que nos
traía desde Dobro, nos dirigiremos a Porquera de Butrón. Antes de
llegar al pueblo, a nuestra izquierda, a unos 200 metros de un
abrevadero, se encuentre uno de los mejores dólmenes de la zona: el
dolmen de la cotorrita.
Desandando la carretera y pasando
nuevamente por Dobro, tomaremos la carretera C-629 en dirección a
Burgos pasando por el pueblo de Pesadas, recio conjunto de arquitectura
tradicional de estas altas tierras, con casas de buena piedra. Nada más
pasar el pueblo tomaremos a nuestra derecha un nuevo desvío que nos
llevará hasta Villaescusa de Butrón y Huidobro. Nada más coger elcruce
que se dirige a Huidobro, se encuentra a nuestra derecha un magnífico
ejemplar de dolmen de corredor, el denominado “el Morueco”. Tras pasar
unas curvas, el paisaje del páramo se convierte en un frondoso bosque
de hayas y robles, estamos en la denominada Hoya de Huidobro, ejemplo
de relieve invertido.
Deberemos hacer de nuevo todo el camino
para llegar a la carretera comarcal 629 y tomarla en dirección Burgos.
A un kilómetro escaso, un nuevo desvío –esta vez a nuestra izquierda-
nos llevará por un ameno paisaje a Escóbados de Abajo, fin de nuestra
ruta. Aquí contemplaremos un interesante pueblo con bellas
edificaciones populares y dos iglesias, una de ellas, en lo alto, es la
Ermita de Nuestra Señora de la Oliva, magnífico ejemplo de arte
románico.